lunes, 2 de noviembre de 2020

Civilización Egipcia


Sustentado por:  Mónica Rijo 


Mitos y verdades del Antiguo Egipto - La pintura en el Antiguo Egipto


La civilización egipcia se formó alrededor del año 4.000 a.C. luego del surgimiento de la escritura, y fue la civilización más icónica y poderosa de la historia.

Se estableció a orillas del río Nilo en el norte del continente africano que, con sus crecidas anuales, permitía abastecer de riego a los campos sembrados, razón por la que la agricultura se convirtió en la principal fuente de riqueza de la región. 

La civilización egipcia alcanzó un gran desarrollo en las ciencias, el arte, la religión y el comercio. Se destacó por la majestuosidad de sus monumentos cubiertos de jeroglíficos tallados en sus paredes (que son las principales fuentes de información para los arqueólogos).


Origen





La civilización egipcia se estableció al noreste del continente africano, limitando al este con el mar Rojo y al norte con el mar Mediterráneo.

Los egipcios llamaban a esta tierra Kemet, que significaba “tierra negra y fértil”, que estaba rodeada por extensos desiertos de arena (los actuales territorios de Sudán, Israel, y Libia).

En sus comienzos, antes de convertirse en la poderosa civilización, el antiguo Egipto estaba dividido en dos reinos alrededor de la Media Luna Fértil (o Creciente Fértil) región conformada por Tierra Roja al norte y Tierra Blanca al sur. Un siglo después, el rey Menes dominaría el norte y unificaría a la región convirtiéndose en el primer rey de la dinastía de faraones egipcios.

Organización política



La sociedad egipcia estaba conformada por una jerarquía descendente de los dioses, el rey, los muertos benditos y la humanidad (el pueblo). El gobierno estaba bajo el mando del rey o faraón que, para los antiguos egipcios, era un ser divino que actuaba como nexo entre los humanos y los dioses, y era el protector del pueblo.

Los faraones eran figuras humanas designadas por los mismos dioses. Los tronos eran hereditarios y perduraban durante toda la vida del faraón, que contaba con el poder absoluto, incluso, sobre la religión.

Religión



Los egipcios practicaban el tipo de religión politeísta, es decir, que veneraban a varios dioses a los que identificaban con diferentes fenómenos de la naturaleza (como el viento, el trueno, la fertilidad, entre otros). El dios más importante era “Amón Ra”, dios del sol, seguido por “Osiris”, dios de los muertos.

Los antiguos egipcios creían que el alma, llamada “ka”, era inmortal y que no podía existir sin su cuerpo. Por eso realizaban importantes rituales y preparaban los restos para la muerte, desde la construcción de tumbas, la momificación y las ceremonias funerarias con entrega de ofrendas, con el fin de proteger el cuerpo y el alma para la vida futura.

Los egipcios consideraban a la música como una ciencia y, como tal requería de estudio. Se la empleaba en varias actividades, en especial, en los templos para acompañar los rituales. El jeroglífico que representaba a este arte es el mismo que aludía a la palabra bienestar.

Durante la XVIII dinastía egipcia, el faraón Akenatón estableció grandes reformas en la religión, convirtiéndola en monoteísta para adorar a un único dios del sol, Atón. Sin embargo, la orientación de los edificios no mantenía ningún patrón solar o cósmico, solo se adaptaba a la topografía del terreno.

La revolución religiosa provocada por Akenatón y su nueva abstracción religiosa, entre otras nuevas medidas, desencadenó en un gran problema en el sistema de creencias de Egipto, porque el pueblo no podía concebir a sus dioses sin una forma o imagen tangible.

Arquitectura



Los principales íconos de la arquitectura egipcia son las pirámides. Consisten en unas majestuosas construcciones de piedra que funcionaban como tumbas y que permitían al alma emprender su viaje hacia otra vida.

Disponían de un complejo sistema de pasillos y recámaras, donde finalmente ubicaban el cuerpo momificado junto con numerosas pertenencias, comida, bebida y objetos de valor que podrían serle útiles al alma en otra vida.

Debido a sus avanzados conocimientos en matemática y mediciones, los egipcios manejaron los números y los cálculos como ninguna otra civilización.

Crearon una forma de medición denominada “Codo” que se calculaba midiendo la longitud del antebrazo (desde el codo hasta la punta de los dedos). Posteriormente desarrollaron el cálculo en “Codo Real” que equivalía a 0,524 metros de longitud y se subdividía en 7 tramos de 4 dedos cada uno (con un total de 28 dedos por unidad de medición).

La gran pirámide de Guiza fue mandada a construir por el faraón Keops alrededor del año 2570 a.C., y su base mide 440 codos x 440 codos (que equivale a 230,56 metros x 230,56 metros). Se estima que su construcción duró 20 años y que requirió el trabajo de unos 10.000 hombres. Actualmente es la más antigua de las siete maravillas del mundo.

La mayoría de las pirámides han sido saqueadas a lo largo de la historia, debido a la cantidad de objetos de valor que contenían. Sin embargo, los arqueólogos han podido conocer detalles asombrosos gracias a las escrituras en jeroglífico que abundan en las paredes de estos templos. 

Principales descubrimientos de la civilización egipcia:

El calendario egipcio. Debido a los avanzados conocimientos  en matemática y en astronomía, establecieron una división de 24 horas del día y crearon un calendario, primero lunar, y luego fue adaptado a un calendario solar que constaba de 365 días en un año, período que se iniciaba con la crecida del río Nilo. Calculaban el mes y la estación del año, representados con símbolos.

El sistema de escritura. Los egipcios tomaron el concepto de escritura de los sumerios y crearon su propio método pictográfico utilizando jeroglíficos (sistema basado en dibujos y en símbolos). 

Principalmente gracias a la escritura, los arqueólogos pueden conocer las costumbres, creencias, historias y características de la civilización. El arado tirado por animales. Los campesinos del valle del Nilo usaban un arado de madera endurecida por el fuego, para labrar la tierra. Posteriormente, adaptaron el carro para que pueda ser tirado por bueyes que eran azotados con un látigo para que avanzaran.

El espejo de cobre. Era un objeto aplanado realizado íntegramente en cobre pulido que resultaba muy costoso de fabricar, por lo que estaba reservado para la nobleza. Consistía en una superficie brillante que reflejaba imágenes bastante nítidas, por lo que permitía que los faraones se maquillen o acomodaran su corona.

El papiro. Consistía en una lámina flexible que obtenían a partir de los tallos de la planta de “Papiro”, que alcanzaba hasta 4 metros de altura y abundaba en el norte de Egipto. Las láminas eran cortadas en trozos para elaborar documentos o carteles sobre los que escribían y dibujaban.




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